Como una de las cinco mil afectadas por el COVID en esta última ola me ha visto obligada a relacionarme con el cap de mi barrio. La relación ha sido decepcionante y muy preocupante.
Con la excusa del COVID he sido testigo directa de las múltiples llamadas sin respuesta para solicitar mi baja laboral a la que me enfrentaba una y otra vez a una locución y después se me colgaba automáticamente… así una y otra vez, a veces con suerte me llamaba la doctora COVID y al otro lado del teléfono me indicaba el confinamiento, dando por hecho que tenía quien me acompañase durante mi convalecencia a algo tan sencillo como tener comida suficiente o alguien que pudiese hacernos la compra, entiendo que suponía que sí, aunque jamás me lo preguntó. (Eso me llevó a preguntarme si a las personas mayores o sin red social les preguntan…). Por lo que he podido investigar no para nada, es decir que nuestra batallada sanidad pública española se ha infraautomatizado, dejando fuera a cientos de usuarios que puedan tener problemas a la hora de conectar de forma Online eso cuando la informática da respuesta y funciona correctamente que muchas veces he comprobado que tampoco funciona. (“la meva salut”)
Los usuarios después de dos años de pandemia nos enfrentamos a un abandono por parte del sistema sanitario a una falta de respuesta que aúna pésima gestión de los gestores, gerentes directores y políticos de las comunidades, luego del estado, pésima y ruinosa. Poniendo en peligro nuestra salud y lanzándonos a una soledad e indefensión por no hablar de la pérdida de derechos y protección del “estado de bienestar” que los usuarios y pagadores activos del mismo estamos permitiendo en silencio y arriesgando nuestras propias vidas en lo que debería de ser una respuesta social, administrativa y política sin precedentes en la historia de la humanidad. Me pregunto si esto no responde a un plan estratégico en favor de lo privado y el desmantelamiento de la pública. Pues todo lo contrario este sistema capitalista gestionado por inútiles, enchufados y políticos mediocres muestra su peor cara en el 2021 el año en el que más suicidios se han detectado respuesta del sufrimiento de esta sociedad abandonada y a la deriva, enferma que sufre en silencio.
Mi indignación ha ido creciendo cada vez que se me ha hecho una PCR que no me daba resultados claros y no me permitía recuperar mi vida, dejándome en un limbo…
Los sanitarios saturados se quejan continuamente padecen estas pésimas condiciones de trabajo y lo peor es que lo están normalizando dando un servicio cada vez más deshumanizado y frío. Mientras los directivos de CAPS, los políticos locales y la Generalitat y los representantes del Estado cobran sus dietas sin ir a trabajar y además no se les pide socialmente rendición de cuentas, sobresueldos disparatados, la gestión y los resultados de la misma después de dos años siguen yendo de mal en peor.
Descrita esta situación que padecemos todos, sobre todo la clase obrera, sólo nos queda levantar la voz y defender nuestros servicios públicos, ocupar las calles y obligar a actuar a nuestros gobernantes a trabajar actuar o dimitir quienes no sean capaces de gestionar y defender el sistema sanitario. Empiezan toda una serie de movilizaciones que diferentes entidades sin ánimo de lucro apoyamos en la puerta de los CAPS. “Los lunes al CAP”es el bautizo de esta campaña-protesta. Empezamos la reconquista de la sanidad, nos han puesto en peligro y ahora el pueblo, la gente tiene la última palabra, los centros son nuestros, los pagamos en nuestros impuestos con el IVA etc. Toca reclamar humanidad, atención digna y recuperar nuestros centros sanitarios, la atención personalizada, más inversiones y profesionales en los que volvamos a confiar y puedan desarrollar su trabajo de forma digna con calidad para con los usuarios. Por los profesionales víctimas de este abandono, caos y pésima gestión de directivos y políticos. Toca hacer un frente común!
Montse Morón