Los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile, desaparecidos desde este lunes en Burkina Faso, han sido asesinados este martes en un ataque de un grupo de hombres armados que asaltó el convoy en el que estos se desplazaban.
El ataque se produjo sobre las nueve de la mañana del lunes, en la carretera que une Fada N’Gourma y Pama. Los reporteros habían acudido a esa zona para rodar un documental sobre la lucha de las autoridades burkinesas contra la caza furtiva.
El artículo de este mes va por ellos que, siempre con una cámara en el hombro, trabajaban por la pasión por el periodismo. Aunque estos días sean grises, hoy es más importante que nunca valorar la profesión más bonita del mundo; la que busca tener un mundo más justo y un poco más libre.
El periodismo sirve como canal de expresión de la sociedad, impulsa cambios en la historia y contribuye al desarrollo del conocimiento de la realidad. La crítica, la contextualización, la confrontación de fuentes y la veracidad hacen que la información no sea únicamente información, sino que también sea conocimiento.
Y ese conocimiento es la base de toda libertad. Una sociedad no puede ser libre si no conoce la realidad, y una sociedad que sólo sabe una parte de la historia o una versión modificada de ésta, es una sociedad sin voz, sin opinión y sin criterio.
Por eso los periodistas contamos historias, aunque seamos criticados y cuestionados por ello, y estemos siempre en tela de juicio o en el ojo del huracán. Tenemos que arriesgarnos y exponernos constantemente y, a veces, somos asesinados por lo que perseguimos y por lo que logramos. Pero ¿qué sería el mundo sin el periodismo? ¿Cómo nos podríamos cuestionar la realidad? ¿Y quién se mancharía los zapatos para contarla?
Ariadna Morales
@ariadna_39