Vox se ha convertido en la cuarta fuerza política en el Parlament de Cataluña, tras lograr 11 escaños y sumar más diputados que PP y Ciudadanos juntos. 11 diputados de ultraderecha, un resultado que indigna y sorprende a muchos, aunque, quizás, no nos debería sorprender tanto con eventos como los siguientes.
El pasado fin de semana se organizó una manifestación autorizada de fascistas en Madrid con centenares de personas que se pasearon por la capital hasta llegar al cementerio de la Almudena. Si bien cada año se permiten este tipo de concentraciones, esta vez han sido más ultras que nunca.
“El judío es el culpable”. Representantes de la Juventud Nacional convocaron esta marcha, poniendo la comunidad judía en el centro de todas sus amenazas. Por supuesto, no faltaron los cánticos del Cara al Sol y los saludos nazis, a la vez que se incumplían todas las normas de seguridad respecto a la pandemia: “Hace falta que os saltéis el toque de queda, que os reunáis, que seáis más de seis como estamos hoy aquí […] Nuestro honor se llama fidelidad, gritad conmigo: ¡Viva España!”.
¡Viva España! Porque tenemos un país que permite saludos fascistas, pero encarcela canciones. Pablo Hasél ha entrado esta semana en prisión por 64 mensajes publicados en Twitter entre 2014 y 2016 y una canción en YouTube que la justicia considera constitutivos de delito. Nueve meses en prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y las instituciones del Estado.
Pablo Hasél se suma a los 14 artistas procesados y en penas privativas de libertad en España. Actualmente, nuestro país es el que cuenta con más artistas encarcelados de todo el mundo, por encima de países como Irán (13), Turquía (9) o Rusia (4). Además, en el listado no se incluye al rapero Valtonyc, huido en Suiza para evitar la cárcel; con éste y Hasél, sumarían hasta 16 artistas entre rejas.
Si bien es aterrador que esto siga sucediendo en pleno siglo XXI, toda nación tiene el gobierno que merece, ya lo dijo Joseph de Maistre. Y nosotros tenemos unos políticos y una justicia en completa sintonía con el pueblo.
Ariadna Morales
Periodista