Esta tarde hemos tenido en nuestro “jardín” particular a una activista del feminismo como es Nuria González López, una persona que habla claro y sin pelos en la lengua. A la cual la hemos entrevistado sobre la actualidad y el feminismo.
Abogada Independiente especialista en Derechos Humanos, Derecho Laboral y Administración Pública. Miembro de los Servicios Jurídicos de la UGT de Catalunya desde 2006. Miembro del Turno de Oficio de Violencia de Género en Barcelona desde 2012. También trabaja como asesora jurídica para varios ayuntamientos en Barcelona y Tarragona. Presidenta de la Asociación pro Derechos Humanos “L’Escola AC”.
En 2013 se fue a vivir a México donde trabajaste dentro del movimiento feminista mexicano a favor de los derechos humanos de las mujeres en varios estados, especialmente en el Estado de México. También trabajó para varias organizaciones de mujeres indígenas, lo que le llevó en 2014 a ser Jueza del Tribunal de Derechos Humanos de las Mujeres Indígenas en la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas de la ONU.
En 2015, fundó en México L’Escola AC, organización pro derechos humanos que presides, trabajas y actualmente tiene sede también en España, convirtiéndose en organización Internacional. Al frente de L’Escola AC, junto a otras cuatro organizaciones, se fundó el Observatorio Ciudadano en Contra de la Violencia, Desaparición y Feminicidio del Estado de México (MEXFEM).
Regresó a España en 2017, donde siguió trabajando como abogada, pero también retomó el trabajo como defensora de los Derechos Humanos -en particular de las mujeres y niñas- con una visión muy clara:
“lo que es justo, es justo. Lo que no, se tiene que cambiar. Y ese cambio nace con las mujeres, el único colectivo que actualmente es capaz de superar la polarización política, la pauperización económica y la aparente falta de acción comunitaria que distinguen a estos tiempos.”
Desde 2017, está dando voz a las más desprotegidas como en el caso de Juana Rivas; presionando al gobierno para que se evite la legalización de un sindicato de proxenetas o exigiendo que se cumpla la ley para que los ricos dejen de comprar a mujeres pobres para tener hijos a la carta. Dando caña. Trabajando para que vivamos en un mundo más justo, más libre y más igual para todas y todos.